viernes, 14 de junio de 2013

Bomba Atomica



                                                                             BOMBA ATOMICA

La bomba atómica sobre Hiroshima se lanzó desde el “Enola Gay”, una fortaleza aérea, B 29. Este avión fue el mayor bombardero construido durante la II Guerra Mundial. Entre su armamento se hallaban 10 – 12 ametralladoras y un cañón 20 mm., se podían disparar 4 bombas. La tripulación del “Enola Gay”estaba formada por: Ferebee (bombardero), el coronel Tibbets (piloto y comandante) y los capitanes Van Kerk y Lewis.

 
La bomba atómica es un reactor nuclear que no utiliza moderador y en la que se origina una reacción en cadena. Dos trozos de material radiactivo chocan entre sí mediante la explosión de dos cargas convencionales, produciéndose una reacción nuclear. Los efectos, que se expanden en círculos concéntricos, producen: quemaduras, derrumbamientos, roturas de las conducciones de gas, cristales... y usado con mayor potencia la destrucción total, como ocurrió en Hiroshima


 



Sin duda una de las decisiones más importantes llevada a cabo por el presidente Truman, fue la orden de lanzamiento de la bomba; hecho que después de ejecutado traería consigo un número elevadísimo de consecuencias materiales y de carácter moral.
El 6 de agosto  todo estaba preparado con el fin de llevar a cabo la operación. El vuelo preveía su llegada a Hiroshima a las 8,15; el día se preveía despejado y todo era favorable para el lanzamiento.
Hiroshima era una ciudad japonesa que por aquel entonces contaba con 300.000 habitantes. La mañana de la explosión la gente no dejó sus tareas cotidianas pese al aviso de la presencia de un avión enemigo sobrevolando la ciudad.
Tal y como se había previsto, a las 8h 15´ 17´´ se produjo el lanzamiento de LA PRIMERA BOMBA ATÓMICA sobre la ciudad de Hiroshima. Después, pasados unos segundos, una nube de humo de 12 kms. de altura se elevó sobre el cielo, dejando entrever las terribles consecuencias derivadas de la explosión. El lugar de la explosión se había convertido en una gran bola de fuego en cuyo interno la temperatura rozaba decenas de miles de grados. Aun desde el aire la tripulación observó que a 600 km. todavía era visible la enorme nube. Unos segundos habían bastado para que 48.000 edificios fuesen destruidos, 80.000 personas muriesen y 17.000 desapareciesen “volatilizadas”. Toda la vida existente en Hiroshima fue arrasada y destruida.
La noticia del lanzamiento fue recibida por le presidente Truman con entusiasmo y exaltación.






El día después, 7 de agosto de 1.945, Japón se dirigía a la Unión Soviética con la petición de que mediara ante EEUU. Los rusos contestaron declarando la guerra a Japón con una nueva ofensiva. El 9 de agosto, otro B 29 “el Bockscar” lanzó una bomba nuclear de plutonio sobre Nagasaki. Los efectos, aunque esta vez no fueron tan espantosos, si fueron suficientes para que Japón pidiera la rendición incondicional a los EEUU; después de 6 años y 1 día la II Guerra Mundial había terminado.
Los efectos causados por la bomba atómica fueron muchos más  de los provocados el 6 de agosto; la energía liberada produjo efectos radioactivos de mucha importancia, causando lesiones de muchos tipos: cáncer, esterilidad, úlceras, leucemia...
Veinte años después de la explosión, las secuelas se dejaron sentir todavía y siguieron falleciendo supervivientes que aunque superaron los primeros efectos no fueron capaces de hacer frente a los nocivos efectos radioactivos posteriores.
 A parir de agosto de 1.945, la energía atómica había entrado en la Historia dejando una puerta abierta en el campo de la energía nuclear a muchos países poderosos.



 

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