BOMBA ATOMICA
La bomba atómica sobre Hiroshima
se lanzó desde el “Enola Gay”, una fortaleza aérea, B 29. Este avión fue el
mayor bombardero construido durante la II Guerra Mundial. Entre su armamento se hallaban 10 – 12
ametralladoras y un cañón 20 mm., se podían disparar 4 bombas. La
tripulación del “Enola Gay”estaba formada por: Ferebee (bombardero), el coronel
Tibbets (piloto y comandante) y los capitanes Van Kerk y Lewis.
La bomba
atómica es un reactor nuclear que no utiliza moderador y en la que se
origina una reacción en cadena. Dos trozos de material radiactivo chocan
entre sí mediante la explosión de dos cargas convencionales, produciéndose
una reacción nuclear. Los efectos, que se expanden en círculos concéntricos,
producen: quemaduras, derrumbamientos, roturas de las conducciones de gas,
cristales... y usado con mayor potencia la destrucción total, como ocurrió
en Hiroshima
Sin duda una de las decisiones más
importantes llevada a cabo por el presidente Truman, fue la orden de lanzamiento
de la bomba; hecho que después de ejecutado traería consigo un número
elevadísimo de consecuencias materiales y de carácter moral.
El 6 de agosto todo estaba preparado con el
fin de llevar a cabo la operación. El vuelo preveía su llegada a Hiroshima a las
8,15; el día se preveía despejado y todo era favorable para el lanzamiento.
Hiroshima era una ciudad japonesa
que por aquel entonces contaba con 300.000 habitantes. La mañana de la explosión
la gente no dejó sus tareas cotidianas pese al aviso de la presencia de un avión
enemigo sobrevolando la ciudad.
Tal y como se había previsto, a las 8h 15´ 17´´ se produjo el lanzamiento de LA PRIMERA BOMBA ATÓMICA sobre la ciudad de
Hiroshima. Después, pasados unos segundos, una nube de humo de 12 kms. de altura
se elevó sobre el cielo, dejando entrever las terribles consecuencias derivadas
de la explosión. El lugar de la explosión se había convertido en una gran bola
de fuego en cuyo interno la temperatura rozaba decenas de miles de grados. Aun
desde el aire la tripulación observó que a 600 km. todavía era visible la enorme
nube. Unos segundos habían bastado para que 48.000 edificios fuesen destruidos,
80.000 personas muriesen y 17.000 desapareciesen “volatilizadas”. Toda la vida
existente en Hiroshima fue arrasada y destruida.
La noticia del lanzamiento fue
recibida por le presidente Truman con entusiasmo y exaltación.
El día después, 7 de agosto de
1.945, Japón se dirigía a la Unión Soviética con la petición de que mediara ante EEUU. Los rusos
contestaron declarando la guerra a Japón con una nueva ofensiva. El 9 de agosto,
otro B 29 “el Bockscar” lanzó una bomba nuclear de plutonio sobre Nagasaki. Los
efectos, aunque esta vez no fueron tan espantosos, si fueron suficientes para
que Japón pidiera la rendición incondicional a los EEUU; después de 6 años y 1
día la II Guerra Mundial había terminado.
Los efectos causados por la bomba
atómica fueron muchos más de los provocados el 6 de agosto; la energía
liberada produjo efectos radioactivos de mucha importancia, causando lesiones de
muchos tipos: cáncer, esterilidad, úlceras, leucemia...
Veinte años después de la explosión, las secuelas se
dejaron sentir todavía y siguieron falleciendo supervivientes que aunque
superaron los primeros efectos no fueron capaces de hacer frente a los nocivos
efectos radioactivos posteriores.
A parir de agosto de 1.945, la
energía atómica había entrado en la Historia dejando una puerta abierta en el
campo de la energía nuclear a muchos países poderosos.